viernes, 27 de mayo de 2016

El encuentro

Hoy, mientras paseaba por la rambla, te he visto. Estabas sentado en la terraza de un bar y, al igual que yo, disfrutabas de compañía. Te miré a los ojos, pues  dudaba de si realmente se trataba de ti, y fue en ese momento en los que éstos -tus ojos- se fijaron en los míos, se posaron en mí.

Te escruté rápidamente con mi mirar: algunos años de más y unos cuantos kilos de menos, pero era tu cara, era tu mirada. La misma mirada que me observó años atrás, esa mirada que memoricé, que guardé en mi cerebro, que grabé en mi retina. Me mirabas sorprendido, como si hubieses caído en la cuenta de quién era yo. Fue entonces cuando retiré mi rostro, mirando hacia adelante, mientras suspiraba. Me temblaba el aliento, pues el corazón me dio un vuelco y una sensación extraña invadió mis entrañas.

No estoy segura con certeza de que fueras tú, no quise volver la vista atrás para comprobarlo. Simplemente, seguí caminando.

***********************

Más tarde, un mensaje tuyo confirmó tu presencia. Me preguntas cómo me va la vida, dices que te ha alegrado verme, que entenderás si no te contesto. Y, la verdad, no sé si hacerlo o no. Escribo esto en el autobús de camino a casa mientras tiemblo. Sí, estoy temblando y no de frío precisamente... quizá es miedo. ¡Qué sé yo!

Me digo a mí misma que la gente cambia, que yo misma he cambiado. Es cierto, he evolucionado como persona, he hecho muchas cosas en la vida y todo ha sido para mejorar. Pero nada de eso importa demasiado, pues no sé cómo son los demás, no sé cómo eres tú.

Tengo las manos heladas y compruebo en un reflejo que también tengo los labios un tanto amoratados. Me toco la frente y me arde. Quiero meterme en la cama, quiero olvidarte.

2 comentarios:

  1. Guardalo en el baul de los recuerdos y tira la llave. Te quiero.

    ResponderEliminar
  2. Todo cambia a nuestro alrededor y por tanto también nosotros. A veces creo que el pasado debe ser sólo eso: pasado, nos queda mucho camino por delante y a veces nos olvidamos de seguir por mirar tanto atrás.

    PD: Esto no quiere decir que no podamos ser cordiales de vez en cuando.

    Salud!

    ResponderEliminar