sábado, 23 de enero de 2016

Un deseo

Necesito
echarte de menos,
dijiste.

Deseo concedido:
me echarás de menos
eternamente.

martes, 12 de enero de 2016

Oveja negra

Soy la oveja negra
de este níveo rebaño,
donde simulan bailar al mismo son
mientras miran a un lado y a otro
con temor a que me acerque yo.

Esa oveja tan blanca,
como la nieve helada,
es capaz de tender la mano al prójimo
para después mirarle
por encima del hombro
y así recordarle por qué motivo
no cayó al vacío.

Soy la oveja negra
de este claro rebaño,
donde fingen júbilo por doquier
mientras les reconcome la envidia
cuando siento yo verdadera alegría.

Este rebaño tan podrido
de codicia,
de egoísmo,
de tristeza
-al fin y al cabo-
tan carente de esperanza...
sigue unido como el primer día
y lo seguirá hasta el último.



domingo, 3 de enero de 2016

Dos de enero

El pánico
se adueña de nuestros corazones
en este extraño dos de enero.

Correr
es nuestra única prioridad.
Correr
sin más.
Correr
sin mirar atrás.

Pregunto qué sucede
y tan sólo hallo como respuesta
decenas de miradas aterradas.

Gritar
para que nos oigan.
Gritar
sin más.
Gritar
sin mirar atrás.

Un muro se alza
frente a nosotros
-cual gigante enfurecido-
pero no existe obstáculo
que nos detenga
en este mar embravecido.

Saltar
al vacío.
Saltar
sin más.
Saltar
sin mirar atrás.

Ecos de historias sin sentido
-ecos de balas, ecos de tiros-
llegan a nuestros oídos.

Llamar
a nuestros seres queridos.
Llamar
sin más.
Llamar
sin mirar atrás.

Volver con cierta calma
al aclarar lo sucedido,
volver a casa,
volver al nido.

Volver
-tan sólo volver-
y olvidar lo que hemos vivido.